viernes, agosto 10, 2007

Alguna vez tenía que pasar...

Por Cynthia Céspedes

Me gustó.
Fue como hundirme en tus ojos por un segundo, sin saber que la sensación se prolongaría hasta ahora. Esa tarde me desplomé en el paraíso de tu mirada y me dejé domar mucho antes de que lo sugirieras.

Me gustó. Fue diferente.

Debe haber sido el verde astuto de tus ojos, que me penetraba dulce y sosegado. Perdón, pero creo que he cometido la desfachatez de enamorarme. Creo que he insolentado a mi alma, al ponerla frente al dulce placer de un amor prohibido.
Un amor que reprime, me condena, encadena mi vida... pero libera emociones.

Pudo haber sido tu boca, pudieron haber sido tus manos. Quien sabe si fueron tus besos... Fatal Caramelo de Sal... que esa tarde condimentaron mi piel y la dejaron sazonada para que tú disfrutaras del maná, que sutilmente iba asomando por mi cuerpo.
Fuiste sereno, cómplice de mi pasión y mentor de mi proceder. Entraste en el calor de mi apetito carnal y lograste que por primera vez te creyera mío.

Pero qué digo... mío... si hasta me cuesta pronunciarlo.
Después de todo, no fue mas que una simple posesión momentánea, un insignificante relámpago de pertenencia.

Pero Sí. No me lo puedo negar. Fue una tarde milagrosa, si hasta pareció verdadera. Te aferraste a mi locura y me hiciste socorrer tu encanto con caricias que traía guardadas en mi sombra.

“No es amor”... me dijiste... “lo que tú sientes es sólo un capricho”.

¡Capricho!
Posiblemente.


Pero el capricho más excelso que ha tentado a mi alma. Un capricho dulce, vivo, palpitante, que subyuga mi espíritu y traslada mi juicio por vías destelladas y sublimes.

¿Puedo culpar al amor por ultima vez?

Así podré deshacerme de la despreciable responsabilidad de vivir condenada, por querer apoderarme de lo que no me pertenece.
Ya no quiero seguir apremiada, sólo porque a mi rebelde corazón se le ocurrió olvidar que ya tenías una vida.

¿Te dije que me gustó?
¿Te dije que fue diferente?


Me encantaría que nos olvidáramos nuevamente de lo CORRECTO y viviéramos otra tarde de libertad. Así podré sentirme viva otra vez y con la fuerza necesaria para decirle a mi corazón:

No te preocupes,
aún puedes esperar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimada colega , si así quiero llamarle..me pareció fantástica esta descripción para los momentos que hoy pasan por mi ser...
No quiero escribir palabras de amor , ya no mas...